Si no comparece en 10 días en el Juzgado 35 de Plaza de Castilla, se nombrará una comisión rogatoria a Buenos Aires con orden de detener al primer ejecutivo de Aerolíneas Argentinas. La acusación pretende ampliar la querella a Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, propietarios del Grupo Marsans. Aerolíneas puede marcar el futuro de las relaciones entre los gobiernos Zapatero y Kirchner
A la segunda tampoco fue la vencida. El empresario español Antonio Mata, primer ejecutivo de Aerolíneas Argentinas, tampoco compareció en el Juzgado número 35 de Madrid por el caso del concurso de acreedores de Aerolíneas Argentinas, una empresa que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales regaló al grupo Marsans y a la que además prometió 758 millones de dólares para pagar deudas y reflotarla.
Precisamente, acreedores minoritarios de Aerolíneas consideran que hubo desvío de fondos públicos españoles, e iniciaron un proceso judicial en Buenos Aires que ahora se traslada a España. Por si fuera poco, el caso se complicó tras la llegada del PSOE al poder, dado que los socialistas habían pedido en el Congreso que se investigara el caso Aerolíneas. Así, el caso Aerolíneas tiene dos derivadas políticas: por una parte, la personación en la causa contra Mata de la Fiscalía de Delitos Económicos, dependiente del Fiscal Anticorrupción; de otra, el hecho de que el Gobierno Kirchner ha impugnado las cuentas de Aerolíneas correspondientes a los dos últimos ejercicios (todos los ejercicios completos desde que Marsans es la propietaria).
Así que Antonio Mata, y uno de sus colaboradores, Ruiz Espejo, están acusados de delito fiscal, falsedad documental, estafa y apropiación de fondos públicos. Unas acusaciones que la acusación quiere ampliar a Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, dos de los más conocidos empresarios españoles. La Fiscalía Anticorrupción se personó en la mañana del lunes en el interrogatorio a Ruiz Espejo.
Por su parte, la jueza titular no parece haber acogido de buen grado la ausencia de Mata. Así, ha advertido al abogado de los acusados, Adolfo Carretero, que si en 10 días el número uno de Aerolíneas no comparece ante ella enviará una comisión rogatoria a Buenos Aires con orden de detener a Mata.
El caso Aerolíneas se va a convertir en la piedra de toque para las relaciones económicas entre los gobiernos de Argentina y España. Para la Casa Rosada es trascendental que se solucione el caso de su compañía aérea de bandera, antes de establecer un marco lógico para las empresas españolas en aquel país hispano. No hay que olvidar que tanto Telefónica como Endesa, Gas Natural o Aguas de Barcelona, y especialmente Repsol YPF, tienen muchos intereses en aquel país, y en que sus relaciones con la Administración Kirchner no han podido ser peores.