La mar no és blava, del director porno Conrad Son, ha sido la primera película porno que la dirección general de Política lingüística de la Generalitat de Cataluña ha decidido traducir al catalán. Encaja en los motivos establecidos por la ley, señalan desde la dirección general, que además justifica su decisión en el principio de no marginación de ninguna película en función de su temática. Muy fuerte.

Son por supuesto está encantado. Eso sí, después de manifestarse nacionalista y votante de ERC. Para los propios, todo; a los ajenos, ni la hora. Además, el director porno revela que al secretario de Política Lingüística, Miquel Pueyo, le gustó mucho. ¿No tiene otra cosa que hacer el Sr. Director general que ver una película erótica para señoras como la define el mismo Son? Y una cosa más: ¿De verdad que las películas porno tienen diálogos cuya traducción sea necesaria?