El cabreo en el PSOE, tanto sector gubernamental-zapaterista como electoral-rubalcabista con el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, es de los que hacen época. Como ya no va a poder convertirse en presidente de Tribunal Constitucional ni del Tribunal Supremo-CGPJ, el chico anda montaraz.
Por ejemplo, ha soltado que ETA puede atentar en cualquier momento, con lo que toda la estrategia de Rubalcaba de llegar al 20-N como el hombre que acabó con ETA y firmó la paz en Euskadi, se va al garete.
Encima, Pumpido tiene la desfachatez de ponerse a la cabeza de la manifestación anti-Sortu, cuando fueron sus fiscales quienes hicieron la opereta del TC que permitió la legalización de Bildu.
Sí, lo hicieron con aquella opera bufa de presentar un recurso ante el TC para reabrir el caso en el que el Supremo condenó a Bildu a la ilegalidad, a sabiendas de que esa no es función del TC. Ello posibilitó que el Gobierno Zapatero pasara por opositor a la legalización de Bildu mientras permitía que el filosocialista presidente del Constitucional, Pascual Sala, aprobar la legalización de los proetarras, con todas las consecuencias conocidas.
Miriam Prat
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