RTVE ha puesto todo su aparato al servicio de la Canción de Nuestra Vida. Al parecer, la cosa ha empezado con 50 canciones, que no se sabe exactamente cómo, han terminado en 10. Entre ellas, el televidente debe apostar, a mayor gloria de la operadoras de móviles.
Lo más gracioso es que esas diez canciones seleccionadas, pueden dividirse en dos grupos: o pertenecen a intérpretes muertos o a intérpretes socialistas. Por ejemplo, está Cecilia (con su ramito de violetas, más de derechas que Franco, pero fallecida). También está Nino Bravo, que consideraba a Fraga un peligroso liberal de izquierdas... fallecido. O de Machín y sus angelitos negros, mejor no hablar.
Sin embargo, entre los vivos, contamos con la pareja favorita de la izquierda: Ana Belén (La Puerta de Alcalá) y Víctor Manuel (Sólo pienso en ti), esta segunda canción políticamente correcta. También el Mediterráneo de Serrat, y para que no faltara nadie ahí está Miguel Ríos con el Himno de la Alegría.
Uno no es un fan de, pongamos por caso, Raphael o Julio Iglesias, pero sospecha que ambos tienen sus seguidores. Sin embargo, no se sabe por qué, no han sido seleccionados.
Eso sí, en el programa han colaborado como reclamo, naturalmente, personajes de todas las ideologías, incluida Ana Botella, esposa de José María Aznar. Ahí no ha habido sesgo. Los nominados es otra cosa. En cualquier caso, la derecha no puede quejarse: siempre puede elegir a un muerto.