A la cabeza de RTVE se sitúa uno de los periodistas más sectarios de Polanco, y uno de los que más daño ha hecho al Partido Popular. El nombramiento reafirma el poder que los Migueles, enemigos eternos de Rubalcaba y De la Vega, siguen manteniendo sobre ZP. Caffarel no soporta el haber perdido el coche oficial y la escolta y se ha quejada la líder de La Sexta

José Miguel Contreras, asesor de comunicación e Imagen de Rodríguez Zapatero, íntimo del ex secretario de Estado de Portavoz del Gobierno y hoy al frente de la Casa de América, Miguel Barroso, ha dejado atónito a medio Partido Popular. Nadie sabe cómo ha conseguido convencer al presidente del PP, Mariano Rajoy, para aceptar que Luis Fernández se convierta en el sustituto de Carmen Caffarel a título de presidente del Consejo de Administración de RTVE.

Fernández nació en El País, y ha sido uno de los periodistas más sectarios del Grupo Polanco, uno de los duros. Fichado por Tele 5, convirtió a la tele del derechista Berlusconi en una maquina del PSOE contra el PP, maquinaria tan engrasada y eficiente que tras su marcha no ha cambiado ni un ápice. Es más, los servicios de imagen del PP siempre se han preguntado por la inquina de Tele 5 hacia el partido, inquina superior a la de propia TV pública y a la del Grupo Polanco.

Pues bien, ha sido José Miguel Contreras, valedor de Fernández, quien ha convencido al mismísimo Rajoy de que aceptar el pacto ofrecido por el PSOE: Fernández, nuevo líder de RTVE. La pregunta ahora es: ¿Logrará Fernández superar la manipulación progubernamental del director de Informativos, Fran Llorente?

En cualquier caso, muchos en el partido no entienden la cesión de Rajoy. Es verdad que, desde que el Consejo de Administración de RTVE se ha convertido en ejecutivo, y que los vocales van a ser retribuidos con generosidad, hay palos para formar parte del órgano. Ahora bien, ahí el PP no tenía otra cosa que ganar que su número de vocalías. El PSOE, por el contrario, siempre podrá decir que Fernández, ha sido elegido por consenso entre ambos partidos. Precisamente Fernández.

Mientras tanto, la que está muy enfadada es la directora saliente, Carmen Cafarell. Le empezaba a gustar lo del coche oficial y la escolta. Además, le habían prometido, o al menos eso dice ella, que continuaría tras afrontar la reconversión, es decir, 4.250 a la calle.

Lo que está claro es que el líder de La Sexta, y su íntimo, Miguel Barroso, hoy al frente de la Casa de América, siguen mandando, y mucho, en Moncloa. Su influencia sobre ZP, para cabreo de la vicepresidenta De la Vega y el responsable de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, no es poca.

Lo que no deja de tener gracia: El primer ejecutivo de una empresa competidora, La Sexta, nombra al presidente de la TV pública. Y Rajoy, siempre tan proclive a contentar a la progresía mediática, tan contento.