La verdad es que, hasta el momento, nadie ha ofrecido nada

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se autodefine como "liberal". O sea, que cree en el mercado y todas esas cosas. Y por tanto, "no tiene nada que decir sobre las opas de Iberia". Nada, salvo que el accionista de referencia es Caja Madrid, cuya independencia del Gobierno regional es más que dudosa. Así que escrutar las palabras de doña. Esperanza en este asunto resulta muy interesante.

Veamos. Por una parte lo esperable: "serán los accionistas y los gestores los que decidan si es buena o mala una oferta". ¿Incluso si es extranjera? "Creo en el mercado y en el estado de Derechos y garantías". Pero también añade: "Si la OPA se hace a 14 y los gestores creen que vale 45, pues la rechazarán". O sea, que Aguirre considera que las ofertas que se están formulando sobre Iberia no tienen el precio adecuado. Es decir, lo que hemos defendido desde Hispanidad. Los precios ofertados son muy rácanos. Casi, casi el valor de la liquidez que la compañía lleva en sus tripas y poco más.

Más. "Sé que rechazaron una no OPA por no considerarla suficientemente buena". Vamos, que está al tanto, conoce muy bien el asunto y hay ofertas no formuladas que al Gobierno regional no le parecen suficientes. Aviso para navegantes. Peor lo cierto es que la única oferta, no vinculante, de la que se ha hablado, era la de TOPG-British Airways, a 3,6 euros por acción. Fue Aguirre quien obligó a Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, a hacerse con un 23% del capital  convertirse en socio de referencia. No quería que Iberia y la T-4 del aeropuerto de Barajas cayeran en manos de compañías extranjeras.