Pongamos un Airbus 340 como ejemplo del avión medio de Iberia. Pues bien, hasta el momento, ese avión llevaba cinco pasajeros de primera clase, 30 de business y unos 200 de clase turista. El cambio por el que se ha decidido el Consejo de Iberia es sencillo : remodelar las cabinas y hacer que ese mismo avión lleve 45 plazas de la nueva clase business plus (un nombre un poco hortera pero ya popular) frente a los 200 de clase turista. La business plus ofrece más que la actual business y menos que la primera clase (en la que no viaja casi nadie). Y la remodelación de las cabinas, así como el mejor servicio a los nuevos pasajeros de business club, representará una inversión de 100 millones de euros, que, en principio, no parece mucho.

En definitiva, el Consejo de Administración de Iberia ha elegido entre la alternativa de todas las líneas de red: o ser una aerolínea de bajo coste o ser una aerolínea de alto standing. Ha optado por la última, así como dar primacía en el mercado entre España e Iberoamérica o entre Europa e Iberoamérica con escala en Madrid-Barajas.

Ahora hay que ver el resultado de la apuesta, donde la compañía que preside Fernando Conte no se juega algo: se lo juega todo.