Cuando no se controla más que unas centésimas del capital del megabanco que presides, tienes que ir al intercambio de cromos, al canje de acciones. Lo malo es que los inversores prefieren que les paguen en metálico, porque el remoquete de no tendrá efectos dilutivos sobre el valor, ya no se lo cree nadie.
Pero Francisco González es presidente, no propietario, del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA). Por eso, ha decidido lanzar una OPA sobre la Banca Nazionale del Lavoro (BNL) con canje de acciones, una modalidad cuando menos difícil. Por cierto, el balance de la BNL no es precisamente como para tirar cohetes.
Todo depende, naturalmente, de la actitud del Gobierno de Silvio Berlusconi. Si lo prefieren, de la actitud de Antonio Fazio, presidente del Banco de Italia, que siempre se ha mostrado partidario de que los bancos italianos continúen siendo italianos. De hecho, el llamado contrapacto, un conjunto de inversores entre los que destaca el constructor Francesco Caltagirone, que afirma controlar el 24%, tiene todas las bendiciones de Silvio Berlusconi.
Fue Berlusconi quien recomendó a Caltagirone al yerno de Aznar, Alejandro Agag, para que le contratara cuando el constructor italiano quiso hacerse con la inmobiliaria española Metrovacesa. Y no parece que el Gobierno Zapatero esté dispuesto a jugar las bazas de FG, a quien desean ver fuera del BBVA.
Pero no hay que confundirse, en fuentes gubernamentales recuerdan las famosas palabras del vicepresidente Pedro Solbes, cuando la batalla entre Sacyr (por cierto, un constructor, como Caltagirone) y el BBVA, en referencia a la deseable españolidad del banco. Palabras que se interpretaron como un apoyo a la constructora. Porque esas palabras revelaba otra preocupación más profunda: en efecto, dado que el Consejo del BBVA no controla el capital de la entidad, y dado que se trata de una entidad bien gestionada, el Gobierno temía que el segundo banco español cayera en manos de un banco extranjero.
Pues bien, a día de hoy lo teme mucho más. Es más, Solbes, según las mismas fuentes, estaba pensando en el británico HSBC. En efecto, ¿con qué cara iba a parar el Gobierno español una OPA del HSBC, cuando las autoridades británicas han permitido que el SCH se hiciera con el británico Abbey? En definitiva, Zapatero esta obligado a apoyar a FG... muy a su pesar.
En definitiva, estamos ante una huída hacia adelante de FG, que sentía en la nuca el aliento del todopoderoso HSBC (segundo banco del mundo por capitalización) y como ejecutivo, y no propietario, que es ha tenido que lanzarse a comer para no ser comido.
Y FG lo ha hecho bien. En esto de las opas, quien da primero da dos veces, porque el BBVA ya ha anunciado que si se produce una contraopa de Caltagirone ellos intentarán mejorarla. Al menos, si antes de una semana el Banco de Italia no ha dado el plácet a la operación (hay que recordar que precisamente el holandés ABN, el deseado por FG, ha lanzado una operación por otra entidad italiana: Antonveneta). Si dijera sí sería porque Italia ha decidido abrir sus fronteras.
Ahora bien, si FG no consigue hacerse con la BNL, entonces se encontraría más débil que nunca.