Sr. Director:
Critican a Franco porque les llamaba invertidos y los fichaba. Yo prácticamente no viví la dictadura de Franco pero, desgraciadamente, en pleno siglo de las libertades me ha tocado sufrir varias dictaduras....La última, la de la homosexualidad. Los q no estamos de acuerdo con esta opción sexual somos retrógados, antidemócratas, intolerantes...y qué sé yo cuantas cosas más. Tenemos que estar bien calladitos si queremos evitar enfrentamientos.
Hoy por hoy es políticamente incorrecto opinar en contra, aunque sea respetuosamente, del matrimonio entre homosexuales; pero resulta de lo más progre atacar todo lo que tenga que ver con Dios, más aún si es algo relacionado con la Iglesia Católica. Todos vamos bien de puntillas para que no puedan tacharnos de homófobos...pero no se tiene reparo en hacer bromas (cuanto más zafias, mejor) sobre monjas, sacerdotes.... Y, con frecuencia, los que tanta persecución han padecido, los primeros.
Ellos son los intolerantes. ¿Por qué exigen respeto cuando no lo practican? ¿Necesitan ningunear los principios del Catolicismo para justificarse? ¿Para acallar sus conciencias, quizás? Es más; ¿por qué se afanan tanto en lograr el beneplácito de la sociedad? ¿Y porqué necesitan leyes para sentirse libres en la intimidad de sus casas? Ya son libres. Y respetables. Pero nosotros también. No pueden obligarnos a que asumamos su opción con normalidad. ¿Por qué no son lo suficientemente valientes para asumir las consecuencias de una opción diferente? ¿Por qué necesitan imitar a los heterosexuales para sentirse normales?. ¿No será que en el fondo, muy en el fondo, tampoco ellos lo tienen tan claro? Como dicen en mi tierra... Lo que es, es y lo que no es, no es.
Margarita García Marcos
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