Carlos Herrera, en Onda Cero, ha destacado esta mañana en su editorial de las 8 que la justicia nos ha mostrado la cara del terror, la reacción con detenciones a los últimos acontecimientos y la cara del asesino una vez más. Sigue siendo muy fotografiado, el asesino de no pocas personas, de muchas personas, el que asesinó a Gregorio Ordóñez, la primera víctima de la socialización del sufrimiento. ETA decide dar un paso más, hasta entonces había matado policías, militares y guardias civiles. Y decidió que le resto de la sociedad tenía que sufrir también. El primer concejal asesinado fue Gregorio Ordóñez, uno de los primeros en jugarse la vida aquellos días. De hecho denunció la infiltración de ETA en la policía municipal.

 

Proseguía Herrera: Junto a Goyo Ordóñez, estaba María San Gil, que hoy es una de las garantías de aire fresco, de libertad, de trabajo serio, que tiene el País Vasco, candidata del PP al gobierno vasco. María San Gil ayer tuvo que ver de cerca de nuevo a Txapote, después de declarar pasó por la vertical, de García Gaztelu, le miró a los ojos fija, dura, serena y dignamente. Y el asesino acabó bajando la cabeza. Porque al final estos asesinos no pueden aceptar una mirada limpia. Gaztelu vuelve a Francia porque tiene que acabar condenas en aquel país. Cuando acabe, vendrá a España y va a estar muchos, muchos años en la cárcel. Y si no es así, será una estafa, si no es así, nos estarán robando la justicia y la dignidad, nos estarán estafando.