En definitiva, estamos ante un segundo rescate financiero a Grecia porque el primero, naturalmente, ha fracasado. Y porque, a lo peor, si como intercambio a sus rescates el Gobierno griego se ve obligado, una vez más, a reducir sueldos, despedir gente y empobrecer al conjunto de la población se puede armar una revuelta social que la OTAN tendrá que abandonar Libia para ocuparse de Grecia.
Lo curioso es que los políticos pueden arrepentirse de sus actos justos, pero jamás de los injustos. En la injusticia, el político es extraordinariamente pertinaz. ¿Que el rescate, y la técnica del rescate, sólo ha provocado más especulación financiera, es decir, ha aumentado la causa de la crisis? Pues más rescates.
La especulación financiera es lo que en los años ochenta se llamaba pecado social. Vale, no existen los pecados sociales pero sí la suma de pecados individuales, en este caso, la suma de codicias individuales. Codicia privada la de los intermediarios financieros y codicia pública, la de los alegres gobernantes emisores de deuda. Estamos creando un mundo en el que toda la economía, todos los empresarios, todos los asalariados, trabajan para los mercados financieros.
No es así como se hizo la Unión Europea. La Unión Europea se hizo con fondos comunes, no con créditos participados. Lo países ricos transferían rentas a los pobres por los métodos más diversos: fondos estructurales, regionales, de cohesión, etc. No les decían: te ayudaré a pagar las deudas que debes a los pudientes a costa de que aprietes el cinturón de tus impecunes.
Juan Pablo II inventó el término economía financista, es decir, la economía real al servicio de la económica financiera. Creo que fue todo un logro académico.
Señora Merkel: Grecia no necesita un rescate financiero, lo que se necesitan son más fondos no financieros para salir de la fosa en el que se encuentra. Esa es la Europa solidaria, lo de los rescates no es más que la bolsa europea.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com