Un genial pianista, Tom Selnick, que dejó su carrera aparcada hace cinco años por su miedo escénico, reaparece en un multitudinario concierto en Chicago. La tensión que siente ante este gran reto, que puede devolverle al lugar profesional que merece, aumenta cuando encuentra en el piano una partitura con un amenazante mensaje: "Si fallas una sola nota, morirás". A partir de aquí, y mientras transcurre el concierto, Tom iniciará un peligroso juego de gato y ratón para descubrir los motivos del francotirador que le apunta...
Con un toque claramente hitchconiano, Grand piano intenta que el espectador experimente el suspense el mayor tiempo posible, y para ello le hace cómplice del punto de vista de Tom, y no de los espectadores del concierto que desconocen totalmente lo que le está ocurriendo en el escenario.
Damien Chazelle fue el guionista de este thriller complejo donde los diálogos y la acción van en sincronía con la música y que tuvo como productor a Rodrigo Cortés, que ya había afrontado un reto similar cuando dirigió Buried (Enterrado). Dificultad que se acrecienta porque casi toda la acción transcurre en el interior de un teatro y con un
objetivo centrado en el protagonista, interpretado por Elijah Wood, esfuerzo que supone 500 planos con efectos visuales para lograr que el espectador sienta la misma angustia que ese pianista obligado "in extremis" a interpretar una pieza musical (La Cinquette) aparentemente imposible de tocar...
El entusiasta director español Eugenio Mira sale bien parado de esta película que, como se imaginarán, sólo tiene un objetivo: entretener.
Para: Los que quieran evadirse 90 minutos con un thriller emocionante