Como está por encima de ideologías, Baltasar Garzón aseguró que Franco había programado una guerra de exterminio, un principio de actuación histórico, no ideológico, si ustedes me entienden.

Pero hombre, si algo no organizó el "anterior jefe del Estado" contra la II República fue eso, el exterminio. Lo que organizó fue una asonada en toda regla. Se convirtió en guerra civil porque una gran parte del pueblo español, sobre todo los católicos, estaban hartos de que la democrática II República les asesinara. Por la boca muere el pez, don Baltasar: sus razones para empecinarse en juzgar los crímenes del Franquismo eran ideológicas.

¿Qué pasaría si un juzgado popular hubiera juzgado a Garzón? Soy un entusiasta, no sólo del jurado, sino de la justicia popular, que no sólo supone el jurado, significa que los jueces sean elegidos por el pueblo. Me fío de un profano pendiente de ser justo que de un experto pendiente de la ley. Me gusta el fondo, no la forma.

Pues yo creo que lo que ocurriría sería esto: probablemente un jurado popular absolvería a Garzón de la acusación de prevaricación -que creo que sí la ha habido, la verdad- por el caso de los crímenes del Franquismo. Por eso, porque el jurado iría al fondo de los hechos, no a la forma de si Garzón se ha arrogado competencias que no le correspondían -que se las arrogado-.

Tengo mis dudas en el otro juicio, en el de la presunta violación del secreto de defensa. Y es que aunque resulta un asunto muy grave, seguimos hablando de forma, no de fondo, de garantías judiciales más que de sentencia.

Pero no tengo ninguna duda en el caso de los presuntos sobornos de Santander, BBVA, etc., entidades juzgadas por Garzón y a las que ha librado de problemas judiciales, no puede pedirles dinero. Estoy convencido de que un jurado le condenaría, por las mismas razones por las que los profesionales de la justicia han declarado inocente al sobornador, al banquero Botín: porque el delito ha prescrito.

Y en el caso de los crímenes del Franquismo, se produce el mismo efecto: el experto Garzón, así como la Fiscalía -jodó qué vergüenza, lo de la Fiscalía-, el encausado alega que la acusación particular no es quien para demandarle. ¿Comprenden? Otra vez forma, no fondo. Por eso prefiero ser juzgado por un jurado que por un juez.

En cualquier caso, no se apuren: el problema de Garzón no deviene de sus actuaciones sino por su egolatría manifiesta, un problema, como se pueden suponer, totalmente ajeno al universo de las togas.

Eulogio López

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