No acepta un vehículo en el que el titular no sea el contribuyente sino un familiar

Imaginen que uno vive en esos barrios de la capital machacado por la zona verde. Va a sacar su tarjeta de residente para poder aparcar su coche en su calle, previo pago de la correspondiente tasa, que ya está bien. Y de repente, el funcionario, le dice que como el vehículo está a nombre de su hermano, de su padre o de su hijo, que no es válido. ¿Dónde queda la unidad del patrimonio familiar? El coche de mi padre es como si fuera mío. Y viceversa. Eso lo entienden todas las familias. Salvo Gallardón que ha optado por regular los parquímetros sin una conveniente "perspectiva de familia".