Energy East apenas diluye la participación de Florentino Pérez. Mientras, se reactiva la OPA de Suez-Caixa-ACS contra Iberdrola

No habrá asalto a Iberdrola hasta que comience a cotizar el holding Caixa. Al fondo, queda el papel de Repsol YPF, que pretende desligarse de toda OPA sobre Iberdrola, lo que podría exigirle salir de Gas Natural. Al final, de lo que estamos diciendo es que una empresa francesa, semi-pública, se queda con Iberdrola después de que una italiana se haya quedado con Endesa.
Es otra de las grandes mentiras del Ejecutivo Zapatero. Al final, lo que empezó siendo un plan de Miguel Sebastián para crear campeones nacionales en el sector energético se ha convertido en un reparto de los activos españoles entre italianos, franceses y alemanes.

La verdad es que la compra de la norteamericana Energy East por parte de Iberdrola no puede considerarse una medida defensiva. Estamos hablando de una empresa que rozaba una capitalización de 50.000 millones de euros para pasar a los 53.000 y eso dependiendo de que el sistema utilizado sea la ampliación de capital. O sea, que si Florentino anda ahora por el 8% de Iberdrola se quedará en el 7%, punto arriba, punto abajo.

Además, es verdad que las negociaciones con Energy East datan del verano de 2006, cuando Florentino ni estaba ni se le esperaba, unas conversaciones interrumpidas por la negociación con Scottish. Dos empresas muy distintas: los escoceses son generadores, por eso valen más en bolsa, mientras los norteamericanos son distribuidores, por eso valen menos, aunque tienen 3 millones de clientes.  

Una anécdota refleja bien las relaciones entre el presidente de Iberdrola, Ignacio S. Galán, y el de ACS, Florentino Pérez. En la tarde-noche del lunes 25, desde Iberdrola se informaba a todos los accionistas importantes, especialmente a los presentes en el Consejo de Administración, y entre ellos a la constructora ACS. Sin embargo, Ignacio Galán no levantó el teléfono para ponerse en contacto con Florentino Pérez. Prefirió llamar al primer accionista (primer accionista directo) de la constructora ACS, a los Albertos, para explicarles la operación. Porque Galán continúa manteniendo una buena relación con los primos, pero no se entienden ni con los March (tampoco se entendió en Airtel) ni con Pérez.

A efectos corporativos, las cosas continúan donde estaban: Pérez fía el futuro al lanzamiento de una OPA sobre Iberdrola, donde participarían La Caixa-GN, la propia ACS y la francesa Suez, ahora mismo aún discutiendo su posible fusión con Gaz de France. El asunto tiene enjundia, por cuanto Suez se presenta como un grupo privado, pero resulta que el 12% obra en manos de entidades públicas francesas. No sólo estaríamos ante un posible troceo de Iberdrola sino ante la pérdida ya casi definitiva, tras Endesa, de la soberanía energética española. Mientras tanto, Albert Frère, primer accionista de Suez y segundo de Iberdrola, busca hacer plusvalías.

Eso sí, no habrá OPA hasta que no se sepa qué pasa con el holding Caixa. Mejor dicho, hasta que éste no cotice en bolsa, no sabremos qué parte de Caixa se suma a la batalla. No olvidemos que Suez pretende alcanzar el 25% de Caixa y que es el accionista mayoritario de Agbar, por encima de la propia caja catalana. No olvidemos, tampoco, que Repsol YPF posee más del 30% de GN. Aquí todo parece apuntar, sin prisas, a que Repsol YPF y su presidente, Antonio Brufau, se vayan del entorno Caixa para quedar como una participada muy similar a Telefónica, y que Repsol YPF, en cualquier caso, no tiene intención de participar en la OPA contra Iberdrola. Esto supondría la venta de su participación en GN a Suez. Es decir, más pérdida de soberanía energética para España. ¡Pero qué grande eres ZP!