Varias son las incoherencias del caso. En primer lugar, por qué la fiscal manifiesta dudas si ha decidido la apertura del juicio oral. Se supone que el juicio oral se abre cuando se tienen todas las pruebas disponibles para iniciarse un juicio. Segunda. El juez que juzga el caso, Bermúdez, declaró en una entrevista en El Mundo que la verdad sobre los sucesos del 11-M no debía de acabar con el juicio. Vamos, que al poco de iniciarse el juicio oral, ya prejuzgaba que podría haber una verdad diferente a la judicial. No está mal para tratarse de un juez.
Lo que más sorprende es el apagón informativo en relación al juicio. Precisamente cuando dentro de muy poco está previsto que el juez dicte sentencia. Probablemente el PP está ahora poco interesado en remover las oscuras aguas del pasado. Pero la verdad es la verdad. Y resulta que lo que tenemos hasta ahora no termina de convencer ni a la fiscal. Así que es posible que las fuentes policiales tengan razón y el juicio del 11-M tenga que repetirse. Una feria.