Sr. Director:
Francisco Vázquez, ex embajador de España ante la Santa Sede, parece convencido de que hay sectores dentro del PSOE que vetan su nombramiento como Defensor del Pueblo y teme que esta oposición -el PP ya ha dado el visto bueno- se deba a sus convicciones religiosas.

 

O a su sexo, pues, según la Secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, el puesto tiene que ser para una mujer. Es decir, que un católico como él puede haber sido alcalde, diputado, senador, embajador y miembro de la dirección del PSOE, pero no Defensor del Pueblo.

El sectarismo de parte del partido de Ferraz (sobre todo de los lobbys feminista y laicista) en este punto es inadmisible.

Pedro J. Piqueras Ibáñez