Sr. Director:

Malo era el concepto de la ley de igualdad que obligaba a las listas paritarias, con los topes de mínimo 40% de hombres y máximo de 60%.

Pero peor la sanción del Tribunal Constitucional. ¿Se le ocurriría a alguien establecer una obligatoriedad de cuota en los cirujanos cardiovasculares de un hospital? No, ¿verdad? Ahí rigen criterios de mérito y competencia. Y en la política, ¿por qué extraña razón no rigen esos criterios? ¿Acaso es menos importante el bien común de la entera sociedad que la salud?

Espero que cuando un miembro del Gobierno tenga que pasar por el quirófano se niegue a ser operado salvo que encuentre paridad absoluta en el equipo médico.

Pablo Gutiérrez

pablo_gcarreras@yahoo.com