El comisario europeo de Fiscalidad y Aduanas, László Kovács, tiene claro que es necesario avanzar hacia la armonización de las bases fiscales del Impuesto sobre Sociedades. Esta armonización permitiría recortar los costes administrativos de las compañías que operan en varios estados miembros, así como elevar la transparencia. El comisario Kovács sale al paso de quienes como el ex secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa, piensan que la armonización de la base puede ser el comienzo de la armonización de los tipos, quebrando, como sostienen Gran Bretaña e Irlanda, el principio de respeto a la soberanía nacional. No tenemos intención de armonizar tipos, puesto que eso compete a los estados miembros, señala Kovács. El comisario afirma además que no comparte el criterio de los expertos que opinan que la fiscalidad es el elemento esencial para atraer inversiones. Por el contrario, comparte la tesis de quienes piensan que los criterios para localización de inversiones son: primero, tamaño y accesibilidad de mercado; segundo, infraestructuras; tercero, calidad y coste de la mano de obra; cuarto, entorno jurídico de las inversiones y quinto, fiscalidad.
En todo caso, su proyecto de armonización de bases está en marcha. Que Irlanda tenga un 12,5% de Impuesto sobre Sociedades y Alemania un 30, realmente nos dice muy poco. O sea, que Kovács considera que esta armonización de bases podría generar una mayor transparencia. La situación actual es la siguiente: en el Ecofin celebrado en Viena el pasado mes de abril, diez estados se mostraron a favor, ocho apoyaron con cautelas y siete mostraron sus preocupaciones, dudas o rechazos. Entre los más favorables se encontraban Italia, Austria, Alemania, Francia y también España. Entre los más críticos, Gran Bretaña e Irlanda, que argumentaron que quebraba la soberanía fiscal y el principio de subsidiariedad, Eslovaquia y otros países que gozan de un impuesto plano, que criticaron el proyecto por considerar que podía mermar la recaudación, y los países bálticos, que argumentaron que la armonización de bases sería el caballo de Troya para la armonización de tipos fiscales. Kovács trataba de contrargumentar a todos los escépticos y en el Ecofin de este martes presentó un informe verbal según el cual su propuesta sería aplicable sólo de manera objetiva. A mediados del próximo año, durante la presidencia alemana, se presentará un informe escrito con el objetivo de que se convierta en propuesta legislativa a lo largo de 2008. Pero, como en la UE rige la regla de unanimidad, es bastante probable que la armonización Kovács no salga adelante. Pero el comisario no tirará la toalla, recurrirá a la cooperación mejorada que exige el apoyo de dos terceras partes de la Unión con la puerta abierta al resto de estados en cuestiones donde no existe legislación comunitaria.