Al mismo tiempo, hoy hemos conocido las cifras homologadas, las mejores, sobre el paro en La UE: a pesar de la pésima subida del desempleo en Europa, España sigue líder: más que duplica la media de nuestros colegas.
Uno pensaba que deuda y paro eran tan incompatibles como desempleo e inflación. Pero no, podemos conseguir nuevas metas. Nuestra deuda se dispara porque ha entrado en el círculo vicioso, la espiral del apalancamiento: ya no emitimos deuda pública para satisfacer necesidad de inversión o de gasto público, sino simplemente para pagar intereses de la deuda exterior: sí, nos empezamos a parecer a Grecia.
Y naturalmente, el precio del bono español se ha disparado. La sublime idiocia con la que los medios gubernamentales saludan cada colocación de emisiones no deja de sorprenderme: cuantos más títulos conseguimos colocar más nos ahorcamos: ¿No es estupendo?
Eulogio López
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