- Quiere que baje de 129 diputados a tan sólo 65.
- El salario de los empleados públicos se reduce de media un 3,3% frente al 10% de los cargos políticos y personal de confianza.
- El líder socialista madrileño sólo ha sabido responder que se trata de una cortina de humo para distraer la atención de otros problemas.
- Duran y Lleida, en cambio, ha defendido en la COPE que es muy libre incluso, si le place, devolver competencias, como anunció hace unos meses.
- UPyD señala que ya presentó una iniciativa semejante en octubre del año pasado y los tildaron de demágogos.
- Esperanza Aguirre, como un león enjaulado, da dentelladas que sirven, por lo menos para sacudir el sistema.
Esperanza Aguirre, la líder del Partido Popular madrileño que más titulares da a lo largo del año, ha aprobado un paquete de medidas para ahorrar 1.000 millones este año y, entre otras cosas, propone reducir el número de diputados de la Asamblea de Madrid de 129 a 65.
Se reducirían también gastos corrientes e inversiones y se eliminarían subvenciones a sindicatos, patronal y partidos políticos, mientras el salario de los empleados públicos se reduce de media un 3,3% frente al 10 % de los cargos políticos y personal de confianza.
Madrid sería el primer Parlamento en España que disminuiría el número de escaños y eliminaría así el plus que cobran los viceconsejeros con escaños. No sería una medida que se pudiera llevar a cabo en esta legislatura, sino en la siguiente. Ya que requiere una reforma del Estatuto de Autonomía y tendría que ir a las Cortes Generales, donde precisaría que al menos dos tercios de la cámara votaran a favor de la ley.
UPyD ha recordado de inmediato por medio de Ramón Marcos, diputado autonómico en la Asamblea de Madrid que Esperanza no ha inventado nada nuevo. Ellos fueron los primeros en presentar una proposición semejante el 6 de octubre del 2011 y entonces los calificaron de demagogos. Propusieron rebajar el número de diputados en la Asamblea de Madrid a 70. Entre los motivos que expusieron para acometer la reforma alegaron que un país como Chile, con casi 17 millones de personas, tiene en su parlamento tan sólo 120 diputados.
A Tomás Gómez, líder de los socalistas, la propuesta de Esperanza Aguirre le ha pillado a trasmano. Los reflejos no le han acompañado en esta ocasión. Se ha mostrado contrario a la propuesta y ha declarado en una entrevista a Radio Nacional que la medida anunciada no es más que "una cortina de humor" para desviar la atención de los recortes que va a acometer en Sanidad, Educación y en los salarios de los empleados públicos. "Ha hecho lo que hizo hace unos días con el partido de fútbol del Athletic de Bilbao con el Barcelona: intentar desviar la atención de los ciudadanos".
En Convergencia i Unió se han mostrado más cautos. Fuentes del partido señalan que para eso están las Autonomías y la pluralidad, para que cada uno decida en su Comunidad, con la autoridad de los votos que le han dado los ciudadanos lo que quiere hacer. Durán i Lleida ha señalado incluso en la Cadena COPE que no tendría nada que objetar incluso a que Esperanza Aguirre devolviera competencias, como llegó a proponer a Mariano Rajoy a principios de abril, pero también ha señalado que su actitud demuestra que tiene poco sentido del autogobierno.
Con el paquete de medidas aprobado esta mañana se va a eliminar la asignación de unos 1.000 euros al mes de los viceconsejeros que son diputados en la Asamblea de Madrid. Por otra parte, se mantendrán las mismas condiciones para interinos docentes y asistenciales y se reducirá un 10% de jornada y salario para el resto de interinos administrativos.
Muchos son los que se preguntan qué pretende Esperanza Aguirre. No parece lógico que la presidenta de una autonomía pretenda perder poder. Cuando a principios de abril sugirió a Rajoy cambios en "los 17 miniestados que tenemos para ahorrar en el gasto excesivo que tenemos", sus palabras fueron vistas no sólo como un adorno torero y un sinsentido. A Esperanza Aguirre, a quien le pusieron la cara colorada con el desfase en las cuentas del déficit, se le queda pequeño Madrid, y "como un león enjaulado" que no puede controlar sus ímpetus ni su fuerza da potentes dentelladas contra los barrotes. Los gestos y actitudes de Esperanza, capaces de dejar en evidencia a todo un ministro de Defensa, sirven, por lo menos, para sacudir el sistema.
Sara Olivo
sara@hispanidad.com