El invitado por la asociación Forum Europa, Mohamed Abdelaziz, justo en el cierre del curso periodístico, se ha convertido en el más duro de todo el año. El secretario general del Frente Polisario se soltó la melena que no posee y acusó a España de temer a Marruecos. Fruto de ese temor, según Abdelaziz, sería la política de silencio del Gobierno español, así como de los medios de comunicación, ante lo que calificó como Intifada saharaui y feroz represión de la gendarmería marroquí.
Treinta años llevan luchando los saharauis contra le régimen de Mohamed VI con el fin de crear la República Árabe Saharaui Democrática, y ya entonces Abdelaziz empuñaba la armas o el micrófono. A la RASD la reconocen más de cincuenta países africanos, pero en la práctica continúa siendo una provincia de Marruecos, donde la policía de Rabat se emplea con especial crueldad.
Según Abdelaziz el poder político tiene que basarse en la aquiescencia de los gobernados, de la misma manera que en economía una empresa no puede tener el dinero como único objetivo, y a eso se le llama responsabilidad social corporativa. Esto es lo que se llama Estado de derecho y, en la esfera internacional, el derecho internacional. Niega Abdelaziz que el fundamentalismo haya comenzado a cundir entre su gente y advierte que en los territorios que controlan, o sea, en zona argelina, sus jefes se eligen de forma democrática.
Pero enseguida cruza el vado entre los principios y la actualidad: La situación puede degenerar en un baño e sangre. Para él, los dirigentes saharauis no pueden permanecer de brazos cruzados mientras se cierran toda las posibles salidas pacíficas.
Mientras España y Francia llevan 30 años con políticas contraproducentes, donde todo se hace por motivos mercantiles de cortos vuelos. Algunas comunidades autónomas próximas a la zona (sólo puede tratarse de Canarias y Andalucía) son una muestra de cómo la causa saharaui ha sido sacrificada en el altar de estos intereses económicos.
Abdelaziz llegó ha hablar de venta de armamento (se supone que a Marruecos) como colofón de todos estos intereses económicos, que buscan esquilmar, los recursos de los países sin Estado : fosfatos, pesca, uranio, petróleo y gas.
Y todo esto, y aquí llega la acusación más grave, es producto del miedo histórico nunca confesado al país vecino, un miedo que Abdelaziz amplía a los medios informativos.
Abdelaziz exige que se celebre el referéndum de autodeterminación que resolvió la ONU y que el régimen de Rabat ha boicoteado una y otra vez, algo que para el Frente Polisario constituye una burla de la legalidad internacional. Abdelaziz no culpa a la ONU, sino a España, que no ha jugado el papel que debía como potencia colonial. Así, concluye, el referéndum de autodeterminación del Sahara es la única salida que le queda a España.
A partir de ahí, tomaron la palabra distintos líderes políticos (no había representantes del Partido Popular, aunque Abdelaziz se había entrevistado con el expresidente José María Aznar).El coordinador de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, aclaró que la política exterior de Zapatero había mejorado la de José María Aznar, pero que aún se sentían incómodos con la actitud del PSOE. Más pro-saharaui que Izquierda Unida, nadie.
Más curiosa resultó la intervención de Joseba Azkarraga, de Eusko Alkartasuna, y consejero de Justicia del Gobierno vaco. Emocionado por la vehemente defensa del líder polisario, Azkarraga aconsejó a Abdelaziz que no confiara en los gobiernos españoles, porque le apoyarán en la oposición y le abandonarán en el Gobierno, para advertir a continuación que se sentía identificado con la lucha por la libertad de Abdelaziz, entre otros cosas porque en el Sahara, en Palestina, en Irlanda, ocurre lo mismo que en mi país, Euskadi.
El asunto iba subiendo de tono hasta el punto que el socialista Txiqui Benegas se vio obligado a precisar que si el referéndum de autodeterminación del Sahara no salía adelante era porque la ONU no lo ejecuta, no por culpa de España. Terminó deseándole que algún día tenga un país independiente.
Marruecos practica métodos dictatoriales esto no lo puede permitir el PP, no lo puede permitir el PSOE, clamaba Abdelaziz, quien como muestra del miedo que en España se siente a molestar al vecino del sur, recordó el reciente episodio de cómo fuerzas marroquíes entraron en la Casa de España en El Aiún para detener a un saharaui que había solicitado libertad para sus presos. Al final, recordó que no es aceptable al actuación del Gobierno socialista como no lo es la de ningún país que guarda silencio respecto a lo que ocurre en el Sahara.