Los mercados se frotan las manos y la Bolsa se dispara un 2%. Los que más crecen, los bancos.
Tras la alegría que causó el pasado miércoles el éxito de la emisión de deuda portuguesa (ya me dirán cómo se puede calificar de éxito el colocar deuda al casi 7%), este jueves tocaba el turno a la deuda española. Y se ha repetido el éxito, porque se ha colocado toda la deuda prevista, pero también el éxito porque se ha hecho a un 4,590%, la cifra más alta desde 2008, y muy lejos del 3,601%, el tipo en que se colocó la última vez.
Y claro está, ante tan rotundo logro, la que más lo ha celebrado ha sido la Bolsa, que ha superado los 10.300 puntos del Ibex, lo que significaba un crecimiento del 2%. Pero las mayores alegrías han sido para las entidades financieras ya que los bancos han encabezado las ganancias: el BBVA ha subido un 6,32%, el Popular un 5,16% y el Sabadell un 5,02%.
Así pues, España sigue escapando de la crisis pero cada vez cae más en mano de los mercados que son los que dictan la situación de una economía. Y mientras se siga permitiendo que los fondos de rescate saquen las castañas del fuego a los países que no cumplan, en lugar de dejar quebrar, seguirán siendo los mercados los que marquen el destino de un país. Y ahora mismo eso significa peligro constante de quiebra y rescate. Pero repitiendo que un país va mal, mil veces, al final acaba convirtiéndose en realidad, o eso acabamos creyendo todos.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com