• Y los bancos afectados, sobre todo Bankia, recuerdan: nada de créditos al 8%, capital a remunerar vía dividendo.
  • Por orden de Moncloa, el FROB lanza un comunicado advirtiendo que seguirá con la 'reestructuración ordenada' del sector.
  • El comisario a Joaquín Almunia, desquicia al Gobierno Rajoy.
  • Respuesta de Bruselas: que toda ayuda al saneamiento bancario compute a efectos de déficit.
  • Y además: supervisión bancaria europea: a Alemania le gusta más mandar que pagar.
  • Eso sí, de eurobonos nada de nada.

España advierte a Europa en general y al vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, en particular, que no va a cerrar ningún banco. Por orden La Moncloa, el FROB, responsable del saneamiento bancario ha emitido un comunicado en el que asegura que no tiene intención de liquidar ninguna entidad ni de llevarla a concurso de acreedores. Respondía así a los rumores bruselinos y, sobre todo, a las declaraciones del vicepresidente de la Comisión Europea, el socialista español Joaquín Almunia, acusado ahora por el Partido Popular de terrorismo económico. Lo cierto es que tampoco su partido, el PSOE, ha defendido la quiebra de los bancos quebrados, aunque sí lo han hecho banqueros como Emilio Botín, Francisco González o Ángel Ron, hartos de autosanearse mientras los demás reciben ayudas públicas para hacerlo.

En cualquier caso, el FROB ha sido claro: no piensa cerrar ningún banco y los piensa reflotar todos. La cosa no ha gustado en Europa, quien considera que para ser 'ayudado' -hasta cierto punto, porque esto más parece un flotador de plomo- el Gobierno Rajoy se está comportando de forma un poco chuleta. Y así, aunque la canciller alemana Angela Merkel (en la imagen junto a Rajoy) continúa defendiendo la reformas de Rajoy y el plan de saneamiento bancario, recuerda que a Alemania no se le puede pedir más y que el precio consiste en aceptar la supervisión bancaria europea. En otras palabras, y se imaginan ustedes quién va a mandar en esa supervisión continental: Alemania. Bueno, en todos los bancos menos en los británicos, naturalmente.

Desde Bruselas, al mismo tiempo, imponen otra condición: el fondo, de hasta 100.000 millones de euros, para reflotar bancos españoles computará como deuda pública: en plata, que no vamos a cubrir, ni de broma, el objetivo, ya revisado, de déficit público.

Y de los eurobonos ni hablar claro. A Alemania le gusta mandar, pero no pagar. Si en lugar de colaborar -ojo, al 3,5% de interés- en el reflotamiento de bancos españoles aceptaran los eurobonos para toda la Eurozona, Alemania se financiaría a más alto precio pero, eso sí, que supondría un rasgo de solidaridad con el resto del continente, que se financiaría a más bajo precio. Merkel no quiere ni oír hablar de eurobonos. Su idea es una Europa unida pero no en plan de igualdad sino regida por Alemania: Aleuropa.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com