Segundo aviso de crisis y por el mismo conducto. El barril de petróleo Brent, en el mercado de Londres, sobrepasaba, en la mañana del martes 4, los 35 dólares, mientras que el West Texas superaba los 38, y, asimismo, mientras los compradores, especialmente los especuladores financieros, consideran que seguirá subiendo.
Desde la preguerra del Golfo, en 1990, no se alcanzaba un precio tan disparatado. Los atentados en Arabia Saudí, principal productor del mundo, un Iraq que nunca consigue la calma y la posibilidad de que
En este sentido, se esperan con impaciencia las cifras oficiales de crecimiento de
Volviendo a la escala mundial, lo más llamativo es que el fuerte crecimiento económico norteamericano, así como los buenos resultados empresariales a ambos lados del Atlántico, no consigue superar la atmósfera de miedo que reina en todo Occidente. Miedo físico al terrorismo, miedo al avance del fundamentalismo islámico y, consiguientemente, miedo a invertir. Ahora mismo, lo más llamativo del panorama económico mundial es que las empresas no reinvierten sus beneficios, sino que prefieren aumentar sus dividendos. Existe una especie de psicosis de fin de etapa y de miedo a miedo.
Se puede hablar de la crisis del chantaje: del chantaje de los países productores de petróleo (el mundo islámico con la alianza de Venezuela) a Occidente.