El género del largometrajedocumental sigue despertando cada vez más interés entre los espectadores y no es para menos porque nos encontramos con verdaderas maravillas. Es el caso de Enron: Los tipos que estafaron a América, un lúcido  y entretenido trabajo  firmado por  Alex Gibney que cuenta, paso a paso, como se gestó el mayor escándalo financiero de EEUU de los últimos 50 años.

 

Hasta los más profanos en la materia recuerdan la caída de este gigante norteamericano (la séptima empresa del país a finales de los años 90) que arrastró no sólo a sus más de 20.000 empleados sino a grandes auditoras-consultoras como Arthur Andersen.

 

Basado en el best seller titulado The Smartest  Guys  in the Room (que podríamos traducir coloquialmente como Los tipos más listos de la sala), este largometraje cuenta con material de primera mano para ilustrar toda la fraudulenta operación. Así, contemplamos y escuchamos  las declaraciones realizadas por los directivos de Enron a lo largo de más de diez años, a los periodistas de la revista Fortune, autores del best seller, así como a los verdaderos afectados por esta quiebra financiera (empleados, jubilados, familiares, etc.,..). Todos estos testimonios están magníficamente mezclados  con imágenes de la investigación llevada a cabo por una comisión del Senado y el Congreso norteamericanos. Igualmente, y para desengrasar una materia tan árida como la económica, Gibney incluye en su trabajo otras instantáneas más divertidas  pero alusivas a lo que vemos en pantalla (a este respecto resulta ilustrativo que hasta una serie de animación tan popular como Los Simpson  reflejara, en uno de sus capítulos, la desgraciada situación a la que se vieron abocados los jubilados de Enron).

 

La película, a pesar de contener cientos de datos económicos sobre todos los excesos cometidos por la cúpula de Enron que llevaron a cotizar a la empresa en Bolsa con un valor muy por encima del real, se ve con interés, incluso por parte  de un público profano en asuntos económicos, gracias a un atractivo guión, un trabajo de documentación exhaustivo  y  un montaje tremendamente ágil.

Al fondo de toda la trama, como se resalta en la película, una crítica a la moral de una serie de ejecutivos que tras una filosofía corporativa aparentemente liberal ocultaban su ansia de poseer más de lo que podrían gastar en varias vidas.

 

Para: Los que estén interesados en conocer, paso a paso, este increíble fraude financiero que todavía colea a día de hoy.