El director de programación, Mikel Lejarza, sostiene que lo importante es la audiencia conseguida
En el grupo Planeta se ha provocado un fuerte debate, a posteriori, por la emisión en la noche del pasado martes, del docudramón de James Cameron sobre "La tumba de Cristo". Una patraña impugnada hasta por el arqueólogo que lo descubrió, pero sobre la que Cameron ha montado una historia parecida a la de Dan Brown: Jesucristo se casó con la Magdalena, la Virgen María tuvo siete hijos, la Iglesia fue fundada por el emperador Constantino y el Vaticano manipula los textos sagrados: todo de lo más original.
El debate en Planeta tuvo dos frentes: la ofensa clara que se hacía a todos los cristianos sin excepción de iglesia y la nula calidad científica del docudramón, que el propio descubridor, Amos Kloner, ha calificado de "farsa publicitaria".
Sin embargo, el director de programación, Mikel Lejarza, se empeñó en que la estafa debía emitirse y lleva cinco días remitiendo a quien quiera oírle los datos de audiencia del martes como argumento irrefutable de lo acertado de su decisión.
Esta pugna entre ética y dinero se da a menudo en los medios. Habría que recordarle a don Mikel que las casas de lenocinio son negocios muy rentables.