En 1973 se produce la crisis del petróleo de la era moderna. No en términos cuantitativos, pero era la primera y pilló desprevenida a Europa. Fue entonces cuando comenzó el programa nuclear español y cuando Francia apuntaló un sistema nuclear que ahora es el segundo del mundo tras Estados Unidos. Fue la época, también, en la que Reino Unido y Alemania se lanzaron por la misma vía, porque era una cuestión de legítima defensa frente a una OPEP que ya empezaba a sacar su garras y exhibir el chantaje telúrico para el que se preparaba. A ese parque se le dio una vida útil de 40 años. Ahora, totalmente amortizado, puede ampliarse tranquilamente a 60. Produce, por supuesto, la energía más barata (con permiso de la hidroeléctrica). Pero justo ahora, cuando se necesita dar un paso hacia adelante, surge el espíritu empecinado, ideologizado, cazurro, del presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero. Francia, Italia, y Reino Unido pisan el acelerador nuclear para defenderse del ataque de la OPEP, pero ZP sigue pensando que con molinillos o huertas solares puede sacarnos de la crisis. La insensatez del personaje hace temblar las estructuras, mantiene al especulador en sus trece y a los chantajistas de la OPEP en el calentamiento global. Y si al menos en el Occidente libre pagáramos cara la gasolina a beneficio de los países productores, poco habría que decir. Sería una trasferencia de fondos desde el Primer Mundo al Tercero. Pero no es así. Sin libertad política no hay economía sana. En Venezuela, Chávez se ha convertido en un dictador todopoderoso, que ha multiplicado los ingresos del crudo, pero los venezolanos no encuentran pan en las estanterías de sus supermercados, ni dinero en sus bolsillos para comprarlo. En Arabia viven las mayores fortunas del mundo, pero puedes ser torturado o asesinado por tener una Biblia o por hablar de Cristo. Si eres mujer, puedes sufrir además, otras barbaridades. En Rusia -ahora paso del petróleo al gas-, un dictador llamado Putin disfrazado de demócrata ha pasado del comunismo al capitalismo de Estado, y ha sustituido la vieja oligarquía del partido. Los rusos, al igual que bálticos, ucranianos y el resto de la geopolítica de la antigua URSS, viven en la frontera de la miseria. Con gente como el ecologista ZP, la OPEP no seguirá esclavizando y el planeta seguirá recalentándose. Pero los molinillos de ZP lo van a arreglar todo. Gordon Brown aseguraba recientemente que en diez años los 450 reactores nucleares que existen en el mundo se iban a duplicar. Pero no en España. Eulogio López eulogio@hispanidad.com
Las empresas familiares se rompen. Del Pino fue el pionero, los Botín y los Entrecanales, los próximos
13/12/24 16:58