"Son previsiones bastante bien documentadas, pertenecen a la Organización Mundial de la Salud".
El mantener el mismo ritmo de vida provocará que "los más obesos van a engordar más y los que aún no tienen sobrepeso van a tenerlo", expone el especialista.
El interés de los endocrinos por impedir que los niveles de obesidad sigan incrementando no comprende solo a la formación en los institutos. "A los niños se les debe explicar, lo antes posible, los beneficios de llevar una alimentación sana". "El desarrollo de actividades físicas y reducir las cantidades que se consumen en cada comida, ayuda a disminuir el riesgo de sobrepeso".
Así mismo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo económico (OCDE), ha avisado, en numerosas ocasiones, del peligro de una futura generación de gordos.
A mayores ingresos familiares y mayor nivel de estudios, menos obesidad y sobrepeso infantil. El 47,6% de los niños cuyos progenitores tienen solo estudios primarios sufren sobrepeso. El porcentaje desciende hasta el 41,2% en los menores cuyos padres poseen estudios universitarios. "Mientras que en Asia el porcentaje de personas gruesas es mínimo, en Europa y Estados Unidos es mayor. En la Unión Europea las personas con sobrepeso son las más acaudaladas.
También se debe tener en cuenta que los problemas principales atañidos a la obesidad infantil son cardiovasculares y endocrinos. Sin embargo, existe otro dilema muy peligroso, el cáncer. Según un estudio publicado en la revista "Cell", se afirma que el sobrepeso actúa como promotor de tumores en general y en particular el de hígado.
Por lo tanto, los niños de hoy vivirán menos años y con peor calidad de vida que sus abuelos, como consecuencia de los problemas derivados de la obesidad y la pasividad, según advirtió el presidente del Comité Organizador del Congreso de la Sociedad de Endocrinología y Nutrición. En los últimos diez años se ha duplicado la obesidad infantil alcanzando el 13,9%.
La cómoda costumbre de dejar a los niños delante del televisor para que no importunen, daña la salud de los más menudos. Dos científicos de Nueva Zelanda, han demostrado que ver demasiado la televisión durante la infancia aumenta las posibilidades de ser obeso de forma más directa que la mala alimentación o por no hacer ejercicio físico. El 41% de las personas que tienen sobrepeso a los 26 años de edad coincide con aquellos que más horas pasaron en su infancia frente al televisor.
El Centro para la Libertad de los Consumidores de EEUU ha iniciado una campaña en contra del sobrepeso bajo el lema "obesidad: ¿epidemia o exageración?": pretende negar lo obvio en el país con más gordos del mundo. El diario del Colegio Médico señalaba que la obesidad era la segunda causa de muerte en este país.
Clemente Ferrerclementeferrer3@gmail.com