Sr. Director:

Las recientemente acontecidas elecciones municipales y autonómicas han bajado a la realidad al PSOE. A su pesar, el PP ha conseguido ser el partido más votado a nivel nacional y ha batido récord histórico en Madrid. ZP tendrá que reconocer -aunque su ego no lo deje manifestarlo públicamente- que el PP, a diferencia del PSOE, ha mostrado una imagen de unidad y ha sabido movilizar a sus votantes y ganar sus votos con su política; aún acusándole de utilizar una política de crispación desde el 2003.

El PSOE se mostraba plenamente confiado en sus propias encuestas e incluso, días antes, públicamente los socialistas predecían que ganarían las generales quien ganara las municipales. Y ahora, han resultado ser víctimas de su propia estrategia. Y es más, ZP ha conseguido incluso su propio récord personal: ser el primer líder nacional en la historia democrática en caer en las primeras municipales tras la primera legislatura. Y es que los datos no engañan: el PP obtuvo 165.000 votos más.

No obstante, se muestra en los medios de comunicación lo que todos esperábamos y a lo que estamos acostumbrados: a escuchar de cada dirigente de todos los partidos políticos que han ganado. Era obvio que no se iba admitir ninguna derrota electoral y así el Sr. Blanco se manifestaba públicamente extrapolando los datos sin sentido y derivando el foco de Madrid a Manuel Sebastián.

Pero en la capital quedó patente la decadencia del PSOE no sólo por el número de votos, sino también por el discurso y las caras de los candidatos socialistas desde Ferraz. Vimos a un PSM abatido, a un Simancas sin palabras -pero con una imagen que valía más que mil palabras- y que solo admitía su derrota en ausencia de su Secretario General, quizás porque ZP no quería dar la imagen del partido perdedor en la capital de España ni aceptar que su elección a dedo del Sr. Simancas, sin el favor de su partido, ha resultado un fracaso.

Y es que, no hay que olvidar que, se acepte o no, las elecciones municipales son unos excepcionales sondeos de cara a las generales. ZP sufrió el 27-m un avance del voto de castigo de su función y gestión al frente del poder ejecutivo. El PSOE no ha arrasado en ninguna provincia y ahora se hipoteca a los intereses reducidos y particulares de grupos minoritarios para, como decía "Pepiño" ser el partido con más alcaldías conseguidas.

Sonia Mora

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