El diario británico no discrimina entre banca especulativa y banca ‘tradicional'

Malos tiempos para las finanzas. Al menos eso es lo que piensa el Wall Street Journal que augura nuevos impactos en los bancos americanos y europeos. ¿Razón? La necesidad de afrontar la devolución de cientos de miles de millones de deuda. En concreto, los ‘floating-rate notes', unos títulos a una tasa de interés fluctuante, muy utilizados por los bancos para recibir financiación durante el 2006 con un vencimiento de dos años. El problema de la fluctuación es que los diferenciales en el momento de la contratación eran prácticamente planos, mientras que ahora se encuentran en 2 puntos por encima del Libor.

Esta es la razón por la que los bancos han entrado en la guerra del depósito, están vendiendo activos o están emitiendo deuda nueva. Según los cálculos del analista de JP Morgan Chase, Alex Roever, las entidades financieras tendrán que devolver 787.000 millones de dólares antes del 2009 de los que 95.000 vencen el mes que viene. Se trata de una cuantía elevada: un 43% más de lo afrontado en los últimos 16 meses.

Las dificultades estriban en que el precio hoy es más caro, las dificultades para acudir al interbancario son todas y los préstamos para refinanciar son más elevados. Y todo eso ha obligado a una loca carrera para vender activos y captar depósitos, tensando más todavía la competencia en el sector financiero. La conclusión es clara: las dificultades del sector financiero alargaron todavía más la recuperación económica.

Aún así, llama la atención que el WSJ no discrimine entre bancos. Porque aunque es verdad que las restricciones de crédito son universales, también es verdad que la contaminación por las deudas opacas e hipotecas basura no son iguales. En concreto, la banca española no ha sido una banca especulativa. Se han perdido oportunidades de negocio, pero ahora se encuentra en una posición privilegiada en comparación con gran parte de la banca americana y europea.