Hasta ahora sólo países de mediano pelaje (quizás el más importante sea España, que vende armas ligeras en buena parte del planeta) se han adherido al acuerdo. Estados Unidos, Francia, Rusia, China, es decir los grandes vendedores de armas. Aún no han apoyado la iniciativa. Pero sí lo ha hecho El Vaticano, un país poco poderoso pero muy influyente ideológicamente en el mundo, mucho más allá de los 1.000 millones de católicos que existen en el planeta. (Ver la información publicada por Zenit aquí).
La decisión de El Vaticano coincide con el nuevo desplante a Estados Unidos y a Gran Bretaña por parte del Gobierno español. Zapatero, de viaje en China, quiere que la Unión Europea levante el embargo de armas decretado en 1989, tras los sucesos de Tiananmen, a la dictadura más poblada del mundo.