El silencio de los corderos no es una película, sino lo que ocurre en los multimedia actuales con la prensa independiente de Internet.

Ayer, este diario publicaba que los conservadores británicos de David Cameron anunciaban que, para las próximas elecciones al Parlamento europeo, en España, apoyarían a Alternativa Española en lugar de al Partido Popular, como han hecho hasta ahora.

El asunto no es baladí por varias razones: puede suponer la entrada en el Sistema, por la vía del euro Parlamento, de Alternativa Española, uno de los pocos partidos que defiende los valores no negociables de Benedicto XVI. (Esa defensa puede reducirse a AES, CTC, FyV y SAIN gracias, curiosamente, a los votos de residentes británicos en España). Y no se qué es más importante si contar con una formación que defienda, en serio, la vida y la familia en el euro Parlamento, con la consiguiente repercusión en España o simplemente romper el oligopolio partidista, hoy casi duopolio, PP-PSOE.

Sin embargo, la noticia ha sido silenciada por todos los medios tradicionales, es decir, por el oligopolio de editores, que no casa con la crítica, propia de hombres libres, sino con el silencio, propio de cobardes mendaces. Por contra, la noticia ha corrido por Internet, incuso se le ha escapado, por ejemplo, a El Mundo digital, una criatura naciente que respira el aire libre de la red pero a la que su propietario intenta embridar, es decir, censurar.

En definitiva, el oligopolio informativo sigue manteniendo el poder. Si no sales en los papeles o en la tele careces de visibilidad, pero cada día que pasa la gente se toma menos en serio al oligopolio informativo. No saben por qué, pero huele a podrido. La radio por vocinglera, la TV porque sólo busca el espectáculo, y eso siempre suena a falso, y la prensa diaria porque es perfectamente previsible: retuerce los argumentos en pos de sus intereses, según la lógica inversa del pensamiento débil imperante: primero se decide la conclusión y luego se busca la premisa que llevan a ella. ¿Y la prensa digital dependiente del oligopolio? Lo mismo: no tiene libertad, y sin libertad no hay comunicación.    

El papel tiene el poder, Internet la influencia. No le va a poder poner puertas la campo pero, eso sí, aún detentan el poder. ¡Qué poco les queda!

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com