- Los históricos quieren la vuelta del felipismo.
- Eso sí, nadie plantea el regreso de Zapatero.
- Y Chacón pide el regreso de sí misma.
- Ese nuevo hachazo se une a la espantada de Susana Díaz y a la crisis de 'republicanismo'.
- Al final, los socialistas van a tener que quedarse con Eduardo Madina.
- Y lo importante no es la Secretaría General, sino la candidatura a la presidencia del Gobierno.
- Balance Rubalcaba: Se echó en manos de abortistas, feministas y homosexualistas. Y no parece que haya sacado réditos electorales de ello.
Al final, Pere Navarro (en la imagen) es una víctima más del ambiente de jaula de grillos en el que se ha convertido el PSOE. Navarro ha supuesto respecto al proceso soberanista catalán lo mismo que Rubalcaba respecto al interregno de Juan Carlos I. Navarro ha sido un muro de protección frente a la fracción independentista del PSC, mientras Rubalcaba ha sido el dique de contención frente al republicanismo de sus propios correligionarios.
Al final, el PSOE va a tener que celebrar una ristra de congresos para coser los rotos abiertos. Buen negocio para los organizadores de certámenes.
El caso es que Navarro dimite y abre la enésima crisis en el PSOE, en periodo de sede vacante.
Justo un día después de que Susana Díaz diera la 'espantá' en la batalla por la Secretaría General del PSOE, ahora viene lo de Navarro. A Rubalcaba le creen los enanos, y aún tiene que salvar su propio congreso y prestar su último servicio, esta vez a la dinastía borbónica: el apoyo a la proclamación de Felipe VI. Por cierto, con un Odón Elorza en su línea: el único que rompió la disciplina de voto: todo sea por llamar la atención.
No se sabe con quién se conformarán los socialistas catalanes pero a lo mejor los socialistas de toda España se tienen que conformar con Eduardo Madina.
Por cierto, que la vieja guardia, ante el desastre del partido, pide la vuelta del felipismo, aunque los felipistas, empezando por Felipe González o su ex socio Alfonso Guerra, ya no son felipistas, están un poco mayores.
Queda Carme Chacón, ligeramente odiada en el aparato. Además, tampoco solucionarían nada unas primarias que lleven a Eduardo Madina a la Secretaría General y unas primarias para nombrar candidato a La Moncloa. ¿Otra bicefalia ¡Jo!
Y luego está lo de un Pedro Sánchez (otro Zapatero) o lo de Patxi López, que se iba a ir pero ahora está dispuesto a volver a sacrificarse por el partido y por España.
Al final, el mandato de Rubalcaba se leerá como un echarse en manos del progresismo, en concreto de la ideología de género. Y al parecer, el feminismo radical, el aborto y el homosexualismo atraen muchos titulares de periódicos pero pocos votos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com