- Todo gracias a los buenos oficios de Joan Ignasi Gispert Talavera, sucesor del primer conseller de Justicia de Jordi Pujol y primo de la actual presidenta del Parlament, Nuria Gispert.
- El influyente Gispert ha conseguido la quiebra en un tiempo récord y con dos notas distintivas: ninguna responsabilidad ni para directivos ni para el Gobierno autónomo que sostuvo artificialmente la empresa.
- Los trabajadores no han visto un euro y es falso que se les haya recolocado.
- Los pilotos han denunciado a la empresa.
El caso Spanair demuestra claramente la manera de funcionar algunos nacionalistas catalanes, que no es la mejor. El juzgado mercantil 10 de Barcelona nombró administrador judicial de la quiebra de Spanair al bufete fundado por el padre de la presidenta del Parlament de Cataluña.
Ignasi de Gispert fue, en su día, consejero de Justicia de la Generalitat, en la época de Jordi Pujol. Regresó al bufete y tras su fallecimiento le sustituyó, al frente del mismo, su sobrino y primo de la actual presidenta del Parlament, Joan Ignasi Gispert. Pues bien, el resto de los españoles nos quejamos de que la justicia es lenta. Pues el inestimable Joan Ignasi Gispert, ha conseguido en un tiempo récord varias cosas bastante impresionantes:
1. La declaración de quiebra de la aerolínea.
2. Que ninguno de los adinerados empresarios catalanes que invirtieron en la compañía pongan un duro en la liquidación de la misma. Lo mismo que los directivos que la llevaran a la quiebra por pretender crear una línea de bandera catalana que compitiera con la española Iberia, todo ello a las órdenes del nacionalista Ferrán Soriano, quien, a pesar de hundir la compañía en un tiempo récord no dejó de cobrar, ni un sólo mes, su salario de 400.000 euros.
3. Por último, ha conseguido que los empleados de Spanair se marchen a su casa con una mano delante y otra detrás.
De hecho, los pilotos han contratado a Javier Nart, el mediático, para que presente una querella criminal contra el Consejo de Administración de Spanair en el momento de la quiebra.
Todas las informaciones, siempre interesadas, de que los empleados de Spanair, se han recolocado son falsas. El primer intento fue ante la ministra de Empleo, Fátima Báñez, a la que se le planteó contratar para Iberia Express un piloto de Iberia y uno de Spanair. Pero Iberia no estaba por la labor.
El segundo intento, más rocambolesco, fue con Ryanair, empresa británica que recibe millones de euros de los contribuyentes españoles... pero su sede está en Gibraltar para no pagar impuestos.
El tercer intento fue Vueling, pero la empresa que preside Piqué no paga más de 3.000 euros al mes a un comandante que venga de Spanair...
Los ex empleados de Spanair, se están buscando la vida con: Lan Chile, Lan Perú, Qatar Airways... y seguro que ninguno votará a CIU....por mucho que digan las encuestas.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com