Junto a las explicaciones sobre el Caso Campeón ("No hay caso"), el portavoz del Gobierno, José Blanco defendió el pasado viernes la gestión de la privatización de las torres de Barajas y El Prat. Blanco aseguró que el proceso seguía adelante y que no iba a permitir que se sembraran dudas sobre el rigor del Consejo Consultivo, los asesores externos o los funcionarios.
El ministro de Fomento respondía a las críticas del PP sobre el mal momento, la inseguridad y las escasas garantías a los inversores, pero también a los rumores difundidos por los gestores de aeropuertos franceses (Fraport), que parecían sugerir que el proceso era una farsa y que ambos aeropuertos ya habían sido concedidos a Ferrovial y Abertis.
Junto a Loterías, los aeropuertos de Barajas y El Prat iban a ser las dos grandes privatizaciones del Gobierno. Para Blanco, AENA ya se había convertido en un caballo de batalla pero, al final, ha tenido que apearse del burro. Los populares le han doblado el pulso y ahora sienten que el parón en el proceso equivale a darles la razón.
Rodrigo Martín
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