Desde luego no gusta a la progresía, pero tampoco agrada a algunos creyentes más preocupados por la clerecía que por la Iglesia, más pendientes del derecho canónico que de la evangelización. Y tampoco gusta a algunos movimientos eclesiales más racionalistas que razonables, es decir, a ese tipo de realidades eclesiales, a las que les pone nerviosísimo que le hablen del fin del mundo, que no deja de ser el mismo asunto del que habla profusamente el evangelio, el Apocalipsis, el profeta Daniel y un montón de padres de la Iglesia.

Lo cierto es que El Padre Elías, obra del canadiense Michael OBrien, está causando sensación en España, aunque se trate de esa sensación sorda, dado que los grandes poderes mediáticos le han condenado al silencio, y la editora, Libros Libres, no tiene la fuerza necesaria para promocionarlo en los circuitos de venta masiva.

Pues bien, la presentación de la edición española de El Padre Elías tendrá lugar el próximo día 14 en Madrid. La editorial ha recopilado algunos de los comentarios acerca del a obra. Y no, el Anticristo de la novela no es Zapatero, sino el Presidente del Parlamento Europeo. El autor ha preferido ejemplificar su personaje en una institución multinacional, las más prestigiosas de hoy en día. A fin de cuentas, ¿no estamos en la era de la globalización?

En cualquier caso, ensayos católicos tenemos muchos: novelas bastante menos. El Padre Elías es una novela católica, tan profunda como divertida.