A partir del julio que viene, el IVA, que se acerca crecido y llega inmaduro, se agravará gravemente.
Si viene es porque llega y si no se va es porque habremos sucumbido, lo cierto es que el arca del Estado actual, malo, no sufragando sus desvíos sin fondos ni forma, ha optado de nuevo sin novedad y con una desafiante y desafinada decisión de voz tenue y letra lejana traer como invitados impuestos a dos puntos suspensivos. Muestran así desde el arte artificial sus líquidas y liquidadas soluciones dejándoles una vez más diluidos en el mar de mareo y marejadilla que nos sacude y ahoga. Una solución pudiera ser la disolución del antisistematizado ecosistema planificado desde el capital y remendado a golpe de talones sin suela que no fluye desde su implantación esquivando con tacones de caucho y parches de archivo los charcos de lloviznas pero quedando cojos ante lluvias constantes y persistentes como la que nos arrecia sin escampe.
El obtuso sistema vigente quiebra por doquier, el aireado bolsillo del consumidor, personaje imprescindible de la encerrona, queda volátil en papel y vacío sin peso en metal imposibilitando a consecuencia la programada y convertida en vital acción de consumir. Con su mismo talante palante y parece ser que no conformes en sentirse aludidos mirando al frente sin dos dedos de ella, pretenden apretar los engranajes para que esta vez chirríen de eco las cuentas descontadas, los ahorros sisados, los bancos insolventes, las pocas huchas llenas, las muchas cajas rotas con el incremento en dos puntos del impuesto revolucionario del valor añadido.
No hay mal que por bien no venga ni mal que dure cien años y cuerpo que lo resista, sirva el gravamen de arancel para acercar el fin del sistema, para alejarse de él. La retención de líquidos provoca engorde localizado y la mala circulación aumenta por falta de liquidez, con más IVA menos iremos a comprar y más vendrán a pedir. La cueva de los cuarenta ladrones encerados en tinajas de oro debiera descubrirse, la llave de la mazmorra la tenemos todosestosololoarreglamosentretodos.org,. ¡ábrete sésamo!
Óscar Molero Espinosa