- Pemex e YPF han perdido la batalla pero ahora se centran en una campaña de deslegitimación de Brufau.
- Campaña que más parece una venganza ante la derrota que un intento de control de la petrolera española.
- Por su parte, el Gobierno argentino lo único que pretende es salir del atolladero en el que se metió al expropiar YPF.
- Y más: los dos socios de referencia de Repsol, Caixabanc y Sacyr, apoyarán la gestión de Brufau en el Consejo de Administración de la petrolera.
Petróleos Mexicanos (Pemex) e YPF se han marcado un objetivo claro: lograr que Antonio Brufau (en la imagen) abandone la Presidencia de Respol. Y para conseguirlo han emprendido una campaña de deslegitimación del presidente de la empresa. Campaña que parece una venganza ante la derrota sufrida por ambas compañías para hacerse con el control de la petrolera española.
Aún siendo así, las dos empresas se han tomado la tarea muy en serio. De hecho, Pemex se está gastando ingentes cantidades de dinero en esta campaña, con la contratación de todo tipo de agencias de comunicación y traficantes de influencias, mientras el Gobierno argentino pretende salir de la manera más airosa posible del atolladero en el que se metió al expropiar YPF.
Los últimos movimientos de esta campaña han tenido lugar este mes de noviembre. Concretamente, a principios de mes, el director general de Pemex, Emilio Lozoya, declaró, en una entrevista en Bloomberg, que "nosotros esperábamos obtener más ganancias de nuestra participación en Repsol".
Y el pasado jueves, el mismo Lozoya quiso alimentar la campaña de desprestigio: "¿Cuál ha sido la compensación de la administración (de Repsol) Ocho millones de dólares anuales teniendo resultados significativamente menores que el resto de sus competidores", afirmó en una comparecencia ante legisladores mexicanos.
Sin embargo, la retribución de Brufau -su sueldo fijo en 2012 fue de 2,36 millones de euros- está en línea con la de los primeros ejecutivos de las principales empresas del IBEX 35.
En cualquier caso, Pemex e YPF se han topado con el Gobierno, que ha cerrado filas con Brufau. Eso sí, el Ejecutivo también exige que haya paz en la cúpula de la petrolera. "Yo espero que todos estos problemas se vayan resolviendo, no estoy especialmente preocupado en el caso de Repsol", afirmó el pasado jueves en la entrevista en RNE. En resumen: defendemos a Repsol y a Brufau pero estamos empezando a cansarnos de tanta bronca en la cúpula.
Y a todo esto, ¿cuál es la posición de Caixabanc y Sacyr Los dos socios de referencia de Repsol lo tienen claro: apoyarán la gestión de Brufau en el Consejo de Administración de la Petrolera. No harán declaraciones públicas a favor de Brufau, eso no, pero sí colaborarán en el mantenimiento de la españolidad de la petrolera. Además, nunca Brufau estuvo más blindado: tanto más cuanto más le ataquen empresas extracomunitarias.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com