Modifica la composición del Consejo Rector del Instituto de la Mujer El Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes una modificación en la composición del Consejo rector del Instituto de la Mujer. El actual databa del decreto de 30 de mayo de 1997, en pleno ‘aznarismo'. "El propósito es conseguir la máxima eficacia en la acción y funcionamiento de esta institución y adecuarla a los cambios que se han producido en la estructura, competencias y denominaciones de los departamentos ministeriales", señala la información oficial.

Con la nueva normativa, la presidenta será la secretaria de Igualdad. En este caso, Soledad Murillo, a la que se le otorga un mayor peso. La vicepresidenta será la directora general del Instituto de la Mujer y habrá una vocalía por cada ministerio. Pero, además, habrá 11 vocalías añadidas que serán nombradas por la presidencia y propuestas por la vicepresidenta "entre personas con acreditada trayectoria personal o profesional a favor de la igualdad de derecho de ambos sexos". Es aquí donde se da entrada a feministas de la ‘sociedad civil' en las instituciones. Una operación de lujo, costumbre en la izquierda: empotrarse en la administración y si es posible consolidarse ‘in eternum'. Por cierto, ¿por qué no hay hombres en el Instituto de la Mujer? ¿No resulta un tanto discriminatorio? O quizás la pregunta debiera ser: ¿Es realmente necesario el Instituto de la Mujer? ¿Existe un instituto del varón?