Ha sido una carta a los Reyes magos con cierto retraso. El presidente del lobby de las grandes constructoras G14, Pedro Pérez, comparecía ante los medios en la mañana de este jueves en un desayuno de trabajo organizado por APIE. Por cierto, que ya no es G14, sino G10, el resto ha muerto en el camino de la crisis.
Pérez reclama más ayudas públicas para un sector que junto al turismo es el motor de la economía. No sólo eso, sino que -según Pérez- no existe una exportación mejor que vincula al extranjero en costes de mantenimiento, le fija en sus vacaciones o en su retiro de jubilación. Y tiene razón: cada año son -o eran- 100.000 los extranjeros que compraban una vivienda en nuestras costas. Es normal que les guste tener una segunda residencia en el sur de Europa, en concreto en España, un país cálido y divertido.
La carta a los Reyes Magos es relativamente larga. En primer lugar, posponer el pago del IVA, en línea de lo que se está haciendo en Gran Bretaña o Estados Unidos. En segundo lugar, flexibilizar la norma que permite clasificar las viviendas libres como VPO para que haya más promotores que se puedan acoger a esa medida. Pero la propuesta conjunta, el modelo a seguir es el de la Junta de Andalucía. En opinión de Pérez, la propuesta consiste en que todos los sectores afectados hagan un esfuerzo. Por una parte, las entidades financieras, comprometiéndose a dar préstamos por el 100% de la hipoteca y con una carencia de 3 años a un precio máximo de 100 puntos básicos sobre euribor. Por otra, la Junta de Andalucía, que se compromete a aligerar los costes financieros de la hipoteca en los cinco años siguientes. Por último, los promotores, que asumen el compromiso de vender a precio de hipoteca. Eso, en los casos de costa, supone un recorte de precio efectivo del 30-40%.
Esta es la propuesta que Pérez pretende exportar a otras CCAA. De esta manera, los promotores buscan una salida a su stock, asumiendo una merma en sus expectativas de precio. Dejándose plumas en el camino. Por su parte, las entidades financieras liberan ladrillo y consiguen que los promotores les paguen. Porque si la sangría de promotores se ha frenado es porque el sector financiero y el 'ladrillo' han llegado a un acuerdo de refinanciación para evitar más muertos en el armario. Muertos que no pagan los créditos pendientes. Por último, la administración logra que se mantenga la actividad económica y el empleo en un sector que financia en un 27% de su coste a las diferentes administraciones. En resumen: se le sigue dando a la bicicleta para evitar la caída.
Porque Pérez se niega a señalar cuál es el recorte de precio añadido. Sugiere que el ajuste se ha producido ya con descuentos medios del 20%. Y advierte de los riesgos de un sobreajuste: pérdidas adicionales de 200.000 empleos y problemas de stock en el plazo de dos años. La diferencia sustancial entre Estados Unidos y España es que en el país de Obama se han ajustado los precios con mucha fuerza y la estrategia de España es aguantar, como en las anteriores crisis. Ya veremos a ver si lo consiguen.