Tras una introducción muy progresista sobre los límites de lo que se puede decir en democracia y lo que se puede decir (recuerden la doctrina del socialista Enrique Barón: se puede decir todo pero hay cosas que no se pueden decir), nuestra independiente locutora nos presenta al experto imparcial. Con el objetivo de recalcar su, asimismo, inmaculada imparcialidad nuestra PI (periodista independiente) nos enseña las credenciales del invitado: catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense y presidente del Instituto Noxa Consulting. Para entendernos, un tipo objetivo, profe y demoscópico. Y ya saben: los catedráticos y las encuestas se parecen en algo: ni los unos ni las otras mienten pero tampoco dicen la verdad.
A partir de ahí, ambos, al unísono, entrevistadora y entrevistado, arremeten contra el Partido Popular según las consignas dictadas por Rubalcaba desde el Gobierno. Tras despacharse a gusto, los votantes, que no tenían otra información ni otro contraste que el proporcionado por ambos independientes, expresaron su opinión sobre quién tenía razón, si el PSOE o el PP. No me quedé a escuchar el resultado pero lo presupongo.
Porque a nuestra PI se le olvidó aclarar que Julián Santamaría es al PSOE lo mismo que Pedro Arriola al PP: asesor electoral de Zapatero, como antes lo fue Felipe González, quien premió sus desvelos por el partido -también esto se le olvidó a nuestra PI, con su nombramiento como embajador de España en Washington (sin tener carrera diplomática). Fue, con gobiernos socialistas, director del Centro de Investigaciones Sociológicas y director del Departamento Electoral y de Comunicación del PSOE. O sea, un experto independiente.
Hoy, Santamaría forma parte del reducido grupo de notables con los que ZP prepara su estrategia electoral y entre los que se cuentan Pepiño Blanco, Rubalcaba (si el rencoroso ZP no está cabreado con él) el ex del CIS, Fernando Vallespín, Fernández de la Vega, Miguel Barroso (o el otro miguel, José Miguel Contreras, que son intercambiables) y últimamente, Bernardino León.
¿Qué significa esta manipulación vulgar en el ente público RTVE? Pues que el inefable ZP ha llevado a España a un enfrentamiento civil. No hablo de guerra, porque no vivimos en 1936. Ahora nadie usa alpargatas, salvo de diseño, y muy pocos están dispuestos a dar, no ya su vida por sus ideales políticos, sino su cartera. Pero belicismo y mala leche cunden por doquier en la piel de toro. Vale todo con tal de destrozar al enemigo: mentir, manipular, lo que haga falta. Al adversario se le niega rectitud de intención, que es donde comienza el punto de no retorno hacia la aniquilación.
Este sectarismo es especialmente vivo en el Zapatismo. El aburguesamiento y los complejos del PP le impiden tanto rencor: el PP, empezando por su presidente, es un partido amodorrado pendiente de mantener sus cargos. Pero el PSOE no, el PSOE quiere aniquilar al adversario.
No hay que alarmarse: no hay peligro de enfrentamiento civil: vivimos en él.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com