Sr. Director:
Todo el mundo ha oído hablar de él. Pocos tienen idea clara de quién es o qué significa. Etimológicamente sería "el adversario de Cristo". El apóstol y evangelista San Juan lo cita cuatro veces en sus cartas. Con él se designa a los que en su tiempo negaban ladivinidad de Cristo (1 Jo.2,18) o al enemigo que surgirá al final de los tiempos ( 1Jo 4,3).
La tradición cristiana espera un combate final, llevado a cabo por las potencias malignas, antes del triunfo definitivo de Jesús y de sus seguidores.
Hay padres de la Iglesia que ven en el Anticristo un personaje que descollará por su odio inmenso hacia Cristo, como el mismo Satán, bajo cualquier aspecto. Otros interpretan el Anticristo como una tendencia anticristiana, como un símbolo de la maldad, que se manifiesta a través de varias personas, poderes o sistemas opuestos radicalmente a Jesucristo o contra todo lo que signifique Dios (marxismo, comunismo).
A lo largo de los siglos se ha tratado de identificar al Anticristo con diversos personajes históricos que se opusieron al cristianismo,verbi gratia: Nerón,Calígula,Mahoma,Lutero e incluso algún papa indigno. Se puede considerar también como Anticristo aquel poder, histórico, que actuará sobre todo en los últimos tiempos, simbolizado por la Bestia del Apocalipsis a la que el Dragón = Satán, da "su fuerza, su trono y gran autoridad", y la segunda Bestia (herejes y falsos profetas), su valiosa ayuda.
Hoy día se continúa a la espera del Anticristo. No faltan personas buenas y santas que anuncian que "ya está entre nosotros". No deja de ser curioso que en la Historia de 20 siglos, los antagonistas religiosos se han tratado mutuamente de anticristo de buena o mala fe, cada vez que el contrario de turno se oponía a las enseñanzas del otro grupo. Así Lutero fue para los papistas el "anticristo" y el papa para los protestantes.
Todavía hoy el comunismo ateo, las sectas en su infinita variedad, con sus secuelas destructivas para sus adeptos son la presencia del Anticristo en el mundo. Oportuno parece, después de lo expuesto, recordar aquí la solemne profecía que hace en su segunda carta Timoteo a su discípulo Tito a propósito de lo que sucederá al final:"Te conjuro en presencia de Dios y de Cristo Jesús, que vendrá a juzgar a vivos y muertos, por su Manifestación y por su Reino: Proclama la Palabra, insiste a tiempo y destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina .
Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la sana doctrina, sino que arrastrados por sus pasiones se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades ; apartarán sus oídos de la Verdad y se volverán a las fábulas" . (2 Tim.4.1-5). ¿No se está cumpliendo ya el anuncio profético?
Miguel Rivilla San Martin