Sr. Director:
En unas recientes declaraciones usted se despacha con lo siguiente: "para Fidel Castro con la silla eléctrica me conformaría" o "con algo degradante, por ejemplo un parkinson retransmitido continuamente, e irle quitando la medicación y dejando que hable al pueblo".
No voy a exigirle una rectificación porque eso es de sabios y no está a su alcance, pero sí a recordarle que nadie bajo ninguna circunstancia tiene derecho a calificar de degradante una enfermedad y por ende a quienes la padecen.
"Degradante", D. Federico, es la mezquina crueldad que encierran sus palabras y su imprudente ligereza al pronunciarlas.
Francisco Montesinos
parkinsonjuvenil@apanet.org.es