Cada año el descenso demográfico en Rusia supera el medio millón de mortales. Por lo que impulsar la familia es un ahínco que unifica los corajes del estado y de las dos principales Iglesias. Desde el año 2000 el terruño se ha acrecentado con un censo de natalidad de 9 a 11 partos por mil pobladores.
Vladimir Putin impulsó en 2006 un programa de apoyo a las familia para detener el problema demográfico, determinando el 2008, "Año de la Familia" para todo el imperio. Esta iniciativa fue amparada por la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Católica, secundando la resolución oficial de proclamar el día 8 de julio "Día de la familia, del amor y la fidelidad".
Como en toda celebración, no faltaron los premios para las figuras más representativas. Pero en este caso los galardonados no fueron famosos recién desposados. Las condecoraciones fueron para matrimonios que rememoraban, en esos días, las bodas de oro. La población rusa actual es de 140 millones de habitantes y la expectativa de vida es de 65,9 años, aunque en el caso de los varones, se acorta a 59,2.
Juan Pablo II afirmó que: "El futuro de la humanidad se fragua en la familia".
Clemente Ferrer
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