La vicepresidenta no quiere hacer sangre después de que el gobierno del amigo Hugo Chávez, diera marcha atrás a su proyecto de conceder la nacionalidad a cuatro etarras para evitar su extradición además de subvencionar a otros dos que ya habían sido extraditados. El embajador de Venezuela ha llamado a Moratinos para ofrecerle explicaciones sobre lo ocurrido. En opinión de De la Vega, todo ha quedado aclarado de manera clara, rotunda y tajante, ya que incluso se ha llegado a hablar del cese de la funcionaria que realizó esas propuestas.
¿Cómo es posible que no se haya producido el cese? En realidad todo se habría realizado si la agencia Vasco Press no hubiera dado la voz de alarma generando una enorme polémica política y diplomática. Porque es sabido de las buenas relaciones entre el gobierno bolivariano y la izquierda abertzale, hasta el punto de que algunos etarras y batasunos participan en su gobierno y tan sólo ha sido la izquierda abertzale la que ha podido supervisar las elecciones venezolanas del pasado domingo. Transparencia sobre todo.
Por eso la pregunta que se le plantea es pertinente. ¿Cómo es posible que el embajador español en caracas se quedara mirando a la luna de Valencia y no se enterara de nada? ¿Cómo es posible que le comieran la oreja los periodistas? ¿No sería que estaba en la pomada y prefirió mantener silencio y no informar a su gobierno? O si informó: ¿por qué el gobierno no hizo nada hasta que estalló la polémica? No, no está todo aclarado. Y Morodo requiere de algunas explicaciones.