Sr. Director:
Newton tenía en su estudio un sistema planetario en miniatura suspendido del techo de una dependencia toda pintada de negro. Los planetas pequeñas esferas- circulaban ensartadas en unas órbitas-carril alrededor de un globo luminoso que era el sol. Un amigo suyo, ateo militante, le visitó y quedó admirado de aquel Cosmos en pequeño. ¿Quién te lo ha hecho? Nadie, respondió Newton, se ha hecho ello solo. ¡Venga ya, déjate de bromas! Newton: Si tú estás tan seguro de que necesariamente ha de haber alguien que lo haya hecho ¿como admites que el Cosmos real, el sol, la luna y las estrellas carezcan de Autor, que se haya hecho todo espontáneamente ello solo?
Cíclicamente sale a relucir este tema de la Creación. Ahora dice Stephen Hawking que Juan Pablo II le aconsejó no investigar el origen del Universo, pues ese origen era Dios. Y es Dios aunque se admita el big-bang porque ¿quien ha hecho el corpúsculo inicial del que parte la gran explosión cósmica? Un corpúsculo que encierra un software capaz de dirigir con admirable exactitud una expansión que dura ya millones de años. ¿Quién lo ha hecho? El que piense que todo esto excluye a Dios como creador podrá llegar a creerse cualquier cosa. Pasa de no ser creyente a ser crédulo.
Miguel Soto Pardo
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