Ya existe una razón por la que De la Vega se ha ausentado estos días posteriores al atentado. Según fuentes de Moncloa citadas por elplural.com (o sea, la misma Moncloa), el gobierno todavía está evaluando el por qué y el cómo del atentado. Y en esta evaluación, nada mejor que irse a Ginebra, al escenario de la negociación para hablar con José Ternera y pedirle explicaciones sobre lo sucedido. Ahí estaba nuestra vice que este viernes regresaba de Ginebra tras la conversación obligada.

Caben dos hipótesis. La primera es que ETA engañara a Zapatero. Los duros se habrían impuesto sobre los políticos y habrían helado la sonrisa presidencial. De ser así, no hay motivo ara pensar que José Ternera no les haya vuelto a engañar: me quitaron las atribuciones, ya no controlo a los duros, parece que hay una ETA auténtica de pistoleros que van a su bola, etc.

La otra hipótesis, más creíble, es que la cosa sea al revés. Zapatero intentó engañar a ETA como lo ha hecho con todo el mundo. Sólo que la banda terrorista no se deja. Sabe que no puede llegar a unas generales sin tener algo. Así que le exige a ZP que pague el precio ahora. Mejor pájaro en mano que ciento volando. Zapatero se habría intentado metérsela doblada y ETA no se ha dejado engañar. De ser cierta esta hipótesis, lo más probable es que la banda escale la tensión para doblegar a un presidente que sigue sin afirmar que el proceso está roto, liquidado y acabado.