Se trata de Ivan Gasparovic, presidente de Eslovaquia; Tarja Halonen, presidenta de Finlandia; Arnold Rüütel, presidente de Estonia; Vaira Vike-Freiberga, presidenta de Letonia, Peter Medgyessy, primer ministro de Hungría; y Tony Blair, primer ministro del Reino Unido. A ellos se suman ministros, diputados, eurodiputados, obispos y líderes europeos que reafirman su compromiso con una familia "sólida y segura" como la mejor garantía de solidez en la construcción social.

 

"El reducido tamaño de la vivienda y el incremento de las familias incompletas es el fruto de un individualismo que rechaza la renuncia al estado de bienestar". Se puede decir más alto, pero no más claro. La frase corresponde al presidente de Eslovaquia, Ivan Gasparovic, que se suma a la conmemoración del X Aniversario del Año Internacional de la Familia, organizado por la rama europea de la Alianza Mundial de Juventud, presidida por Gudrun Lang. Por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair, saluda a los organizadores afirmando que la vida familiar es la base de una sociedad fuerte y segura.

 

"La familia importa" es el lema escogido por la Alianza Mundial de la Juventud para la celebración de estel X Aniversario. Y lo hacen en bicicleta. Sí, sobre dos ruedas. Ha sido el exótico sistema elegido por miles de jóvenes europeos, que comenzaron a rodar a principios de agosto y terminarán su recorrido en Bruselas el próximo 9 de septiembre. El deporte se suma al testimonio de juventud y vitalidad de unos jóvenes que aspiran a construir una Europa de las familias.

 

Porque, como afirma la presidenta de Letonia, Vaira Vike-Freiberga, "familias felices y prósperas son un requisito previo para una nación feliz y prospera". Por eso, el Gobierno Blair asegura que es necesario salvaguardar la importancia de la familia. "La familia es la roca de la sociedad, ofrece estabilidad a hombres, mujeres y niños en una sociedad en permanente cambio", señala Lord David Alton, miembro de la Casa de los Lores. Una idea que también comparte Breda O´Brien, columnista del Irish Times: "Sin familias sólidas, las sociedades caen".

 

En la misma línea se manifestó el ministro de Salud y Asuntos Sociales y Familiares de Hungría, Mihály Kökény: "La familia crea futuras generaciones equilibradas y ciudadanos responsables". Desde esta perspectiva de apoyo y promoción de las familias, el Gobierno húngaro ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de préstamos blandos y ayudas financieras para que las jóvenes parejas puedan comenzar su proyecto familiar con mayor facilidad.

 

Kökény pretende, de esta forma, afrontar el reto del "creciente número de divorcios, el descenso de la tasa de natalidad y el envejecimiento de nuestras sociedades". Todo un desafío a un problema del que nadie parece preocuparse en España. La pomposa declaración del ex presidente Aznar -"la demografía es un desastre"- quedó en un mero brindis al sol. Y el actual Gobierno, desde luego, no parece especialmente preocupado por los "retos" descritos por el ministro de Salud húngaro. Las ministras de la paridad ofrecen un escaso ejemplo de inquietud personal por el problema del descenso de natalidad. Su preocupación fundamental es el "woman empowerment". Las mujeres ganan poder, pero pierden hijos. O sea, pierden "poder".

 

Además, el presidente de Eslovaquia, Ivan Gasparovic, expone la paradoja de que los avances científicos y económicos del mundo desarrollado van acompañados de un proceso inverso en la protección y valoración de la familia. "Estamos siendo testigos de cómo la familia pierde su estatus original". Y es que, como afirma Lord Altom, los ataques son permanentes.

 

Por su parte, el eurodiputado portugués, José Ribeiro de Castro, muestra su sorpresa ante la oposición encontrada en el Europarlamento por su afirmación de que "proteger a la familia es proteger también a la infancia". Ribeiro cree que esta oposición hace ver la necesidad de un "despertar espiritual" en Europa que revitalice la vida familiar. En su opinión, la batalla familiar se ganará con "perseverancia, sencillez, fidelidad y buen ejemplo". Una buena receta.

 

Estos son sólo algunos de los testimonios llegados a la Alianza Mundial de la Juventud y que pueden consultar en

http://www.europe4family.net/europe4family/update/greeting.php.

 

Comprobarán que no existe un sólo texto español, salvo el del presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Rouco Varela. Ningún político español se ha atrevido a realizar una defensa de la institución familiar como las mencionadas. Y es que el diferencial con Europa también se nota en la sensibilidad familiar. Mientras Europa entona el "mea culpa" y trata de recuperar los cimientos de toda sociedad, nuestro Gobierno planea el divorcio-express. Nuestros homólogos europeos ya han probado esa amarga medicina y saben que todos los males sociales tienen su origen en los males familiares.

 

Pero nosotros seguimos en la campaña "progre" que premia el individualismo y construye viviendas para solteros. "La reducción de la cifra de habitantes por hogar empuja el motor de la construcción", afirman. ¡Bingo! El problema es que sin familia no hay sociedad. ¿Cuándo entenderán esto los "progres" de todos los partidos?

 

Luis Losada Pescador