La emocionante ceremonia del domingo 13 de octubre, en la que fueron proclamados beatos 522 mártires del siglo XX en España nos deja imágenes y palabras grabadas para siempre en la memoria y en el corazón.
Como nos dijo el Papa Francisco, en un videomensaje grabado para la ocasión, los mártires son cristianos ganados por Cristo, discípulos que han aprendido bien el sentido de aquel amar hasta el extremo que llevó a Jesús a la Cruz. No existe el amor por entregas o en porciones. Cuando se ama, se ama hasta el extremo. Los 522 nuevos beatos eran cristianos de una pieza.
Estos mártires concretos no fueron caídos de la guerra civil, sino víctimas de una radical persecución religiosa, que se proponía el exterminio programado de la Iglesia. No eran combatientes, no tenían armas, no se encontraban en el frente, no apoyaban a ningún partido, no eran provocadores. Eran hombres y mujeres pacíficos, que fueron matados por odio a la fe. Son, en definitiva, testimonios ejemplares e intercesores para nosotros; cristianos de verdad, no barnizados de cristianismo, pero sin sustancia. Dar la vida por Cristo siempre merece la pena. A nosotros el testimonio valiente y firme de los mártires nos fortalece en la fe y nos alienta para ser cristianos hasta el final.
Jaume Catalán Díaz